Pontífice, sinónimo de puente.

Me produce una enorme decepción escuchar a las personas de la generación de mis padres haciendo juicios tan livianos y endiosar a Salvador Allende, o bien tratarlo como un demonio, o por el contrario, con la figura antagónica a este último, Augusto Pinochet, tratarlo como un Dios o un Demonio, según sea su tendencia política, y lo que me genera conflicto es la poca objetividad con la que elaboran juicios, por lo que me alegra pertenecer a una generación mas joven, para poder ver con mas frialdad y objetividad ese periodo de la historia reciente de Chile, comprendido entre los años 1970 a 1990. Desde luego, que con esto no quiero abanderarme con algún sector político, o de lo contrario descalificar y mucho menos desmerecer el dolor y el duro trance de ambos sectores políticos, por que no podemos negar que de ambos sectores hay víctimas y victimarios; humildemente quiero ayudar a ser un puente entre las personas de esa generación, que con altura de miras logren un diálogo fértil, fraternal, reconociendo sus dolores y culpas, sus responsabilidades, todo esto para volver a ser hermanos, hijos de un mismo país y una misma tierra, y de esta manera, no nos traspasen culpas y odios a generaciones mas jóvenes de este país, que finalmente somos la mayoría y la que estamos forjando el destino de este hermoso terruño llamado Chile.