Homenaje póstumo

El pasado 10 de noviembre se conmemoraron 3 años desde que doña Carmen Rita Espinoza de Carvajal falleciera. Durante el rezo del Rosario, previo a la misa de réquiem en honor de su memoria en la catedral de Osorno, me sirvió para reflexionar, mas que en la vida eterna, en el legado que cada una de las personas nos deja al partir de esta vida.

Por lo que he logardo averiguar mediante testimonios de la historia de vida, doña Carmen, fue una mujer que no paso inadvertida, ella sin duda es de los personajes que siendo desconocidos para la gran población, dejan huellas, su aporte nos da un ejemplo de fortaleza, que construyen una rica historia.

Todos de alguna manera somos hijos de nuestros tiempos, y Carmen Espinoza sin duda no escapa a esta regla, ella nació en una época de cambios, en plena revolución Rusa, fin de la 1º guerra mundial, aparición de la virgen de Fátima en Portugal entre otros hechos en 1917, nació y vivió en una familia de profundos principios católicos, en la comuna de Graneros, región de O´Higgins (Chile), en una familia donde se cultivaban valores de vida, en donde el dar la palabra tenía un valor mas grande que firmar un contrato, valores que pocos tomaron en cuenta y que pocos reconocieron durante su vida, pese a haber nacido en un tiempo en el que la Santa Inquisición daba sus últimos suspiros, durante su vida, doña Carmen tuvo que enfrentar la tenaz resistencia de la sociedad de su época y la violenta crítica por querer sacar a su familia de la mediocridad de un pueblo que en esos años no tenía grandes aspiraciones, y en donde no le fue perdonado, como ocurría en esos tiempos, que una familia y mas aun una mujer honorable y de bien tuviera negocios que tuvieran una mínima relación con alcohol.

Fue un ejemplo, no tan solo de lucha para sacar a su familia de esa mediocridad provinciana, también de feminismo, por que en tiempos en los cuales las mujeres sólo cuidaban de sus hijos y las labores domésticas, ella formó su propio negocio el que gozo de prosperidad en su tiempo, junto al tenaz trabajo de sus hijas que no dudaron en apoyarla, en una época donde la mujer luchaba por conseguir el sufragio femenino, ella tuvo una clara pocisión política y siempre tuvo una opinión frente a los hechos que sucedian a su alrededor.

Lo que espero que estos valores que la señora Carmen defendio, junto a su recuerdo, no mueran nunca, valores que hizo propios, como el cumplir a su palabra, no lucrar de su vida privada haciendola pública, como en la farándula actual, dandole educación a sus hijos, luchando por mantener a su familia unida y fiel a valores y principios, fieles a la religión, siendo una mujer de su casa, respetando a su prójimo, por que nunca anduvo de casa en casa hablando de sus vecinos, mujer fiel a su marido, único hombre de su vida, matrimonio que se mantuvo casi 50 años, cercana y orgullosa de sus hijos, nietos y bisnietos, una mujer ejemplar, de la cual mi amigo Carlos pude sentirse orgulloso como nieto.

Raíces

Al empezar con un trabajo personal, como fue la elaboración del árbol genealógico, significo un desafío que no me imagine, topándome con barreras que fueron un verdadera sorpresa para mí.

El empezar esta labor, significo recurrir a toda mi familia, significando crear un diálogo, una manera y un código nuevo para fortalecer nuestra comunicación, por que sin duda, todos, sean jóvenes o viejos, tenían algo que aportar, y registrarse para completar este árbol, sus raíces, sus troncos y ramificaciones, me di cuenta que a pesar de lo pequeña que es la familia en número, es increíble ver las ramificaciones y los lazos de parentesco existentes con varias personas, esto hacia atrás, pero en los retoños o generaciones nuevas implico un desafío, por que no tan sólo la tarea es recopilar hacía atrás y buscar los orígenes, también es entablar comunicación con los primos que están distantes geográficamente o los primos que son mas lejanos, como primos en segundo o tercer grado, es volver a los orígenes, redescubrirse, identificarse y aceptarse, crear lazos comunicativos y afectivos a los lazos de "sangre" ya existentes, implica conocerse, aceptarse e incluso tolerar, rompiendo esta vieja y fea tradición y manera de comunicación de sólo juntarse para los matrimonios o funerales.

Me di cuenta que a pesar de ser una familia pequeña en un principio, igualmente logre ver extenderse mi patrimonio genético, y descubrir que de alguna medida en este país todos estamos emparentados, o tenemos un lazo de amistad, lo que nos obliga a tener una relación mas cordial y fraternal, pero mas aun, cuando tenemos familia que se fue por distintos motivos al extranjero, este vínculo y este patrimonio genético se mezcla aun mas en tierras lejanas, lo que presenta una tarea linda, que es involucrarse, conocer y tener buenas relaciones con nuestros países vecinos de "la aldea global".

Te incentivo a que comiences a hacer tu árbol genealógico, verás lo entretenido que es, conocerás de mejor manera a tu familia, será una buena forma de comenzar una buena comunicación y una estrecha relación; dándote cuenta de donde vienes, obligándote a preguntar quién eres para poder decir donde quieres ir, proyectándote de una buena manera.

Pontífice, sinónimo de puente.

Me produce una enorme decepción escuchar a las personas de la generación de mis padres haciendo juicios tan livianos y endiosar a Salvador Allende, o bien tratarlo como un demonio, o por el contrario, con la figura antagónica a este último, Augusto Pinochet, tratarlo como un Dios o un Demonio, según sea su tendencia política, y lo que me genera conflicto es la poca objetividad con la que elaboran juicios, por lo que me alegra pertenecer a una generación mas joven, para poder ver con mas frialdad y objetividad ese periodo de la historia reciente de Chile, comprendido entre los años 1970 a 1990. Desde luego, que con esto no quiero abanderarme con algún sector político, o de lo contrario descalificar y mucho menos desmerecer el dolor y el duro trance de ambos sectores políticos, por que no podemos negar que de ambos sectores hay víctimas y victimarios; humildemente quiero ayudar a ser un puente entre las personas de esa generación, que con altura de miras logren un diálogo fértil, fraternal, reconociendo sus dolores y culpas, sus responsabilidades, todo esto para volver a ser hermanos, hijos de un mismo país y una misma tierra, y de esta manera, no nos traspasen culpas y odios a generaciones mas jóvenes de este país, que finalmente somos la mayoría y la que estamos forjando el destino de este hermoso terruño llamado Chile.

Rancagua en el Alma

Estar lejos de la tierra en la cual se nacio, creció y educo, en la cual creamos lazos profundos, desde luego genera una añoranza, pero antológicamente, puedo señalar, que me siento orgulloso del camino recorrido, y que me costaría volver al lugar en el que crecí sin alcanzar los objetivos que me impuse al salir de mi querida ciudad. Por que no decirlo, también genera un enorme desarraigo y una vital contradicción que la ciudad cambie junto a su gente, tratándolo como una visita en su propia casa. Sin duda es el drama humano que enfrentamos todos quienes por motivos diversos nos toca emigrar de nuestras ciudades de origen.